jueves, 20 de enero de 2011

Sweezy, Teoría del desarrollo capitalista

Para las lecturas de Sweezy, hemos repartido entre los compañeros de clase distintos capítulos. A continuación expondré mi parte:

Teoría des desarrollo capitalista
VIII.  La naturaleza de las crisis capitalistas
Como Marx decía “la crisis real puede explicarse sólo por el movimiento real de la producción capitalista, de la competencia y del crédito”, y este fenómeno es la lista de tareas inconclusas del sistema capitalista. Por ello, es necesario tratar este dilema.
(1)   La producción simple de mercancías y las crisis
Con el cambio del medio de pago del trueque a la moneda, se ha conseguido un mayor ahorro de tiempo y de productividad. Pero este medio lleva consigo la posibilidad de la existencia de una crisis.
Una interrupción en el proceso de la circulación, condicionado por la compra-venta, puede extenderse desde su punto de origen y llegar a afectar a toda la economía, y es aquí, donde comienza la conocida crisis.
Aparece aquí la primera vez de esta forma peculiarmente civilizada: la crisis de sobreproducción.
Para lograr averiguar la “causa” de este resultado debemos concebir las razones por las cuales se ha producido esta desorganización en la productividad.
Este proceso brota esencialmente de las condiciones básicas de la producción simple de mercancías, cuya circulación de M-D-M lleva consigo la posibilidad de crisis, pero que al mismo tiempo significa producción para el consumo.
(2)   La ley de Say:
Para Sweezy las economías clásicas no consiguieron distinguir lo que verdaderamente caracteriza la producción simple de mercancías y la producción capitalista.
Un ejemplo de esta aplicación errónea es la “ley de los mercados de Say”. Esta ley sostiene que no puede interrumpirse la circulación M-D-M y por tanto, no puede haber crisis ni sobreproducción.
Aceptando esta ley de Say, los economistas dieron portazo al camino de las teorías de crisis. Fue Marx el único capaz de pronunciarse contra ella y tacharla de falsa, ridiculizando además a Ricardo el cual también negaba la posibilidad de la sobreproducción.
(3)   El capitalismo y las crisis:
La forma de circulación de M-D-M  característica de la producción simple, pasa a ser D-M-D bajo el sistema capitalista.
Este funcionamiento es completamente diferente al anterior, el capitalismo inicia su proyecto con dinero, el cual lanza a la circulación que en funcionamiento con mano de obra y medios de producción acaba en mercancía que más tarde se convierte en dinero, obteniendo con ello ganancias y sus objetivos de aumento del valor de uso.
Generando además de esto, diferencias de conducta y de motivos entre capitalista y obrero. Para este medio de producción capitalista, el capitalista tiene como objetivo aumentar todo lo posible la tasa de ganancia.
Pero aunque este nuevo medio de circulación esta caracterizado por medios diferentes a los de la mercancía, en lo que tiene que ver con la crisis es igual de aplicable. Al igual que en el proceso de circulación de mercancías, cualquier retención del poder de compra respecto al proceso de la circulación dará origen al fenómeno de la sobreproducción.
Pero hay una gran diferencia. En este proceso puede verse claramente cuáles son los inicios de esta contradicción. Sweezy expone dos casos:
1º si es beneficio desaparece o se vuelve negativo, el incentivo de la producción capitalista deja de existir.
2º si la tasa de ganancia desciende, aunque siga siendo esta positiva, el capitalista reduce sus operaciones, ya que como dijo Marx, el objetivo capitalista es siempre aumentar el valor del capital. Tan pronto desciende la tasa de la ganancia por debajo del nivel ordinario, se comenzará con reducciones en las operaciones de los capitalistas.
Cuando esto ocurre, el capitalista  puede devolver un capital a la circulación o conservarlo en su forma de dinero, pero a la larga esta última no existe ya que si quiere seguir siendo capitalista tarde o temprano deberá de invertir.
Podría pensarse que los capitalistas, ante una tasa de la ganancia anormalmente baja, en vez de conservar su capital en dinero aumentarían su consumo personal. Pero como bien advirtió Marx, si esto ocurre el capitalista perdería su interés y se convierte en un simple ciudadano.
Los teóricos modernos dividen a la clase capitalista en dos secciones: aquellos que organizan y dirigen los procesos de la producción y aquellos que son poseedores de capital en dinero, que suministran bajo la forma de préstamos a interés los fondos que los empresarios necesitan para sus operaciones. Estos últimos son también claves para el desarrollo del capital, ya que si consideran que las tasas de beneficio no llegan a un mínimo, estos no invertirán en proyectos.
Partiendo de esta división, el autor considera que ambos tipos mantienen posiciones similares, al igual que aquellos que poseen dinero no prestan a otros empresarios para generar nuevos proyectos, el otro tipo de capitalistas no invierten en sus propios negocios si no desciende más allá de su nivel ordinario, creando con ello: crisis.
(4)   Los tipos de crisis:
Podemos diferenciar dos tipos de crisis: aquellas relacionadas con la tendencia descendente de la tasa de la ganancia, y aquellas relacionadas con las crisis de realización. En un caso tenemos que ver con movimientos en la tasa de la plusvalía y en la composición de capital, y en el otro, tenemos que ver fuerzas todavía no específicas.


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