El lunes pasado tuve que ir a recoger mi primo al colegio donde cursa 1º de primaria. Como llegaba un poco tarde, tuve que dejar el coche aparcado en doble fila y correr hacía la puerta. Cuando llegue al coche un policía estaba mirando mi coche de arriba abajo y anotando en un blog todos mis datos: era una multa. Esta multa llegaba a la suma de 200 euros.
Una vez recuperada del disgusto, llame a la madre del niño y le comente mi situación. Empezamos hablar y me comentó que desde hace dos semanas la policía se sitúa en ese mismo lugar, poniendo multas a todos aquellos que aparcan en doble fila (a las puertas de un colegio) o realizaran otra infracción, como no llevar el cinturón. Y que además, a muchos de sus compañeros de trabajo les ha caído más de una multa en las últimas dos semanas.
Está claro, que estas personas cumplen con su obligación y con su trabajo, que tienen que avisarnos de las infracciones que cometemos y que tienen que “castigarnos” para que no se vuelva a repetir esa infracción, pero, ¿Por qué las multas son abundantes en periodos concretos del año como son en épocas anteriores a navidad y/o verano?, ¿tienen que recaudar sus pagas de navidad? (esto no lo digo yo, lo dicen los datos de la DGT) ¿Es coherente multar 200 euros por aparcar en doble fila durante menos de 5 minutos?
Esa misma semana, viendo un programa de televisión, comenzaron a debatir sobre las recaudaciones de la DGT y ofrecieron datos que me llamaron mucho la atención. En el último trimestre, las infracciones de conductores han sido mucho menor que los datos anteriores coincidiendo además con la bajada de multas por parte de las autoridades.
¡Es fantástico! Los conductores comenten menos errores y además el número de multas han bajado, pero ¿por qué en épocas anteriores a navidad y verano aumentan? ¿Tienen más empeño en su trabajo en esos periodos? ¿”Pasan de largo” infracciones el resto del año?
Puede que sea poco coherente y lícito lo que estoy manifestando, sé que hay que apoyar a nuestro cuerpo policial, ya que solo llevan a cabo su trabajo y no “criticarlos” de esa manera, ya que la que cometió el fallo fui yo, pero 200 euros…duelen mucho. ¡Ojo con el coche!
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